La nueva entrega de la operación Chamartín llega como una estrategia electoral. Un mes después de asegurar por diferentes vías que la aprobación del proyecto era inviable por falta de tiempo, la Comunidad de Madrid
La nueva entrega de la operación Chamartín llega como una estrategia electoral. Un mes después de asegurar por diferentes vías que la aprobación del proyecto era inviable por falta de tiempo, la Comunidad de Madrid